Y reitero...

Anda cualquier loco en la calle. El miércoles tuvimos una reunión con mi grupo de capoeira y llegamos como ocho personas y una guagua. Nunca llegó la niña con quien se había concertado la reunión, pero filo. Y allí estabamos conversando frente la puerta del edificio y vemos un loco curado en la calle, y de repente nos ve, bota su cerveza mientras nos acerca con aire agresivo. Puta la wea... El loco, lo juro, parecía Hanibal Lecter. Estaba curado, depresivo y poeta a la vez. Andaba buscando Nicolas, pero este estaba de vacaciones. Me llamo Juan, dijo y nos puso a pelar cable un buen rato. Que nervio. Hasta que por fin se fue. Durante estas noches cálidas aparece cualquier bicho raro.